Las fotos infantiles siempre son un encanto, aunque estén echas con el móvil. La inocencia y belleza de un niño es capaz de traspasar todos los objetivos de las cámaras. En el caso del fotógrafo de 28 años Glazastik Finch esta sensación da un paso más.
Con su cámara consigue retratar estas imágenes encantadoras que transmiten calma y paz. Me han encantado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario